Los adjetivos involuntariamente te atrapan
al hablar de Pedro Vera Portales
, por su ética, por su calidad profesional, por
su militancia irrestricta.
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Liuba Mustelier
Ramírez
Fotos: DGZ
Sé que los hay por doquier: me refiero a aquellos
periodistas que se erigen líderes innatos en sus comunidades; líderes de
opinión, líderes versátiles de la comunicación.
Están detrás de cada acontecimiento de su entorno, o más
allá. Y los reflejan con inmediatez y calidad. La gente confía plenamente en
ellos. Les abren las puertas de sus hogares como uno más de la familia.
Sé que en Cuba hay muchos. Pero pocos con las cualidades
del manzanillero Pedro Vera Portales: un hombre que se le descubre ataviado de
machetero en el surco, de elocuente improvisador en una tribuna, de altamente
informado detrás de un micrófono, sitiendo y viviendo cada uno de los anhelos,
avances o tristezas de sus coterráneos de las costas del Guacanayabo.
Dicen que nunca ha dicho no a una misión periodística de
las que aparecen a diario en una emisora municipal como Radio Granma, en la
emblemática ciudad de Manzanillo, cuna de tantos sucesos importantes para la
historia y la cultura cubanas.
Lo de componer palabras en la misma medida que le llegan
las ideas a su mente es un don de alta calificación en la gestión reporteril de
este hombre que ha merecido altos reconocimientos de todas las estructuras
socio-políticas y administrativas cubanas.
Desde que a principios de la década de los unos 70 se
vinculó definitivamente con la planta CMDF (mucho tiempo fungió como
corresponsal voluntario) su voz, su enorme poder de síntesis y la intensidad de
sus reportes cautivaron al público nacional.
Al investigar para esta crónica merecidísima, he
escuchado elogios hacia Vera Portales que casi me hacen llorar provenientes de
sus entrañables amigos Bobby Salamanca, Manolo Ortega, Gladis Goizueta, Luis
Alarcón Santana, Jorge Ibarra, Roberto Canela y Franco Carbón, entre muchos
otros.
Vera, como le reconocen todos, ha sido pasión y
magisterio en el mundo reporteril cubano. Conoce al dedillo aquellos
acontecimientos que le rodean y así se los transmite a sus oyentes. Tiene tan
amplio perfil informativo que es obligada fuente para muchos de sus colegas y
otros actores sociales de su entorno.
Amigos manzanilleros me facilitaron cintas magnetofónicas
de incalculable valor documental donde se escucha a Pedro Vera Portales en los
noticieros de Radio Rebelde El Rápido
e Información Política o en la
revista informativa Radar 1550, cuyo
concepto de realización se incorporó después el espectro nacional y derivó en
un producto tan exitoso como Haciendo Radio.
Revisé fotos y le vi junto a los principales líderes
cubanos. También entrevistando a personalidades como Nicolás Guillén, Onelio
Jorge Cardoso, Tito Gómez, Félix Chapotín, Enrique Santiesteban, y más, muchos
más.
Me comentó su amigo el locutor Ernesto Martínez Robles
que Vera Portales fue tan osado siempre, que aun un parvulito en las lides
periodísticas, dio cobertura en vivo -y con gracia y calificación técnica
apreciable- a la fundación del movimiento de la Nueva Trova y a intensos
recorridos que realizó Fidel Castro por zonas de la Sierra Maestra.
Por su amplia trayectoria profesional, por su
incondicionalidad a su gente y al proyecto social de su país, por su ética y
elevada calidad como periodista, ha recibido más de una treintena de
reconocimientos.
Manzanillo le tiene como Hijo Ilustre y Granma le
confirió la medalla Del Esfuerzo, La
Victoria. La radio cubana le otorgó el micrófono y el sello aniversario 80,
así como fue distinguido en 11 ocasiones como vanguardia nacional del sindicato
de la cultura.
Pedro Vera es un artista de la imagen en el éter. A él,
como pocos, le viene como anillo al dedo ese hermoso slogan de la radio
nacional que se precia de "ser sonido para ver".
Hoy, casi a punto de llegar a la edad para
pensar en jubilación, él parece más lleno de energías que nunca. Participa en
cuantas reuniones le orientan cubrir, o las sale a buscar, porque "en el
sitio donde se tratan cuestiones relacionadas con los intereses populares, ahí
debe estar el reportero para decir, y decir bien y de primera mano",
afirma este inspector Sherlock Holmes del periodismo manzanillero.
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